Denikin
Romanov "El Escapista", llegó al Caesar Circus una tarde
de primavera. En muy poco tiempo se ganó nuestra confianza y afecto,
era sin lugar a dudas el mejor escapista que jamas haya existido. Una
vez habiéndose quedado encerrado en el único baño que poseía el
circo, al romperse el picaporte de la puerta, logró salir en un
tiempo record, ante la mirada de asombro de quienes estábamos afuera
esperando nuestro turno para poder entrar.
El Jueves 23 de julio
de 1859 es una fecha que todos recordamos, esa noche se presentaba un
acto de escapismo nunca antes visto.
Denikin, encapuchado y
encadenado de pies y manos se iba a introducir en un habitáculo
herméticamente cerrado, el cual se colocaría dentro de un estanque
de agua con siete hambrientos cocodrilos, tres tiburones y un león con
antiparras. En treinta y cinco segundos se consumiría todo el oxigeno del
habitáculo, por lo que su escape debía producirse de forma
vertiginosa. Todo el publico estaba expectante. Pasaron los primeros quince segundos y no había noticias de él, se cumplieron los treinta y cinco segundos y seguía sin salir, a los diecisiete minutos decidimos
intervenir. Al abrir el habitáculo descubrimos para nuestra
sorpresa, que Denikin había logrado escapar como era su costumbre, y
no fue el único. Dos horas mas tarde encontramos una nota escrita
por la joven y bella esposa del dueño del circo, quien confesaba que
se había escapado con Denikin Romanov para vivir un desenfrenado
romance, llevándose con ella todos los ahorros del circo. Tres días
más tarde, nos enteramos que Denikin Romanov había escapado de una
importante institución penitenciaria hacia siete meses, donde se suponía
cumpliría una extensa condena. Como dijimos anteriormente, era sin
lugar a dudas el mejor escapista que jamas haya existido.
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